miércoles, 15 de octubre de 2008

SÍNTESIS CICLO DE ENCUENTROS - PARTE 3

La Misiones que Queremos
En el Marco del Bicentenario

La segunda etapa del ciclo de encuentros nos hizo volver la mirada hacia quienes ponen en marcha el Modelo Económico Productivo de la provincia y son en realidad sus verdaderos protagonistas: trabajadores y productores.

El Sr. Juan Pasaman brindó datos y algunas perspectivas de la “Realidad Laboral en el Modelo Productivo Actual”.

El 42,2% (465.226) de la población misionera es Económicamente Activa, de las cuales el porcentaje de desocupados alcanza el 5,8% (36.986) y si sumamos los planes de Jefas y Jefes (entre 33 y 40 mil) llegamos a un 15%. A su vez, si descomponemos estos datos por actividad, las ramas de actividad económica que ocupan a mayor porcentaje de la población son respectivamente: servicios comunales, sociales y personales; agricultura, caza y silvicultura; comercio por mayor y menor; industria manufacturera; construcción; entre otros. En cuanto a la población ocupada en servicios comunales, sociales y personales que constituyen la rama con mayor cantidad de trabajadores (30.1%), la mayor parte de ellos se encuentran en las ramas de la administración pública (36.800), la enseñanza (19.500) y el servicio doméstico.
Los problemas están dados por la seria precarización de la situación laboral en la provincia de Misiones que se puede observar al compara los datos del número de trabajadores de la provincia con ART (84.820) con respecto al total de población económicamente activa (465.226), lo que indica el alto porcentaje de trabajo “no blanqueado” con alta incidencia de los empleados públicos que tienen una suerte de “autoseguro”, que en la realidad indica ausencia de cobertura ante accidentes de trabajo. Los trabajadores estatales (en su mayoría docentes, policías, personal de la administración central y del sector salud) perciben el 70% de su sueldo en negro y tienen el un salario básico de $168 desde el año 1992.
Con relación a los trabajadores estatales, se nota una gran diferencia entre los Nacionales (ANSES, AFIP., Parques Nacionales, Senasa, INTA., Migraciones) y Municipales que están mejor protegidos ya que poseen ART. y sus sueldos están prácticamente en blanco, y los Provinciales que, según la Ley de Presupuesto 2008 hay 36.827 y existe un descuido significativo que incide no solamente en la calidad de vida de los trabajadores activos sino también al momento de jubilarse, donde se dilata la decisión debido a que un Jubilado pasa a cobrar el 25% de los valores del salario de un activo por la alta incidencia de adicionales no remunerativos.
Las perspectivas giran en torno a una búsqueda de mejorar la actual situación institucional. Un paso fundamental es la convocatoria a paritarias en las cuales el trabajador pueda realmente discutir y abogar por un salario justo que dignifique su actividad y cubra sus necesidades. No se puede reemplazar la buena voluntad de un Gobernador decidiendo sobre los salarios de los trabajadores, en sustitución de la herramienta que es utilizada en todo el mundo para discutir salarios y condiciones de trabajo como son las Paritarias. Además de asegurarse la libertad y democracia sindical; como también un seguro de empleo y formación.

Como representante del sector agrario, el Sr. Elio Quevedo, Secretario General del Movimiento Agrario Misionero se refirió al tema “Por una Agricultura con Agricultores”.
No queremos un desierto verde, ni grandes represas, ni la extranjerización de la tierra; defendemos la idea de que el hombre y su familia deben ser los actores fundamentales de La Misiones que Queremos, pensando en el crecimiento económico, laboral y que en cada proyecto a desarrollarse debe dar prioridad a cuantas personas beneficie. Queremos una Agricultura con Agricultores
Lo que pensamos como aporte para La Misiones que Queremos en el futuro es que todo proyecto que encaren nuestros gobernantes sea mirando primeramente al hombre y su familia como actor principal en los cambios y beneficios de nuestra provincia.
Los agricultores necesitan de un medio ambiente que permita a las familias llevar una vida digna y sana. Para dar curso a ésta propuesta tenemos que empezar a reivindicar políticas que incluyan a todos los misioneros prioritariamente, sin discriminar a hermanos de otras provincias que habitan nuestro territorio. Para ello consideramos necesario un Ministerio de Ordenamiento Territorial, que evite seguir con la concentración de tierras y permita planificar la producción diferenciando el consumo propio de cada municipio. No dejamos de mencionar que se han dado pasos importantes como la creación de la Subsecretaría de la Agricultura Familiar con políticas diferenciadas para el sector, y que las Ferias Francas son un espacio que debe seguir abierto, ya que ha permitido reducir la cadena de intermediarios en la comercialización de los productos de los agricultores.
Hay un estudio que dice que el 85% de la producción de comida viene de la pequeña explotación de la agricultura familiar, entonces lo que afirmamos es que si realmente queremos una provincia que siga teniendo la misma firmeza como se puede recordar en los paros agrarios que no hemos tenido desabastecimiento de alimentos gracias al trabajo que se viene realizando al respecto.
Fundamentalmente insistimos en algo, porque que de nada vale toda la planificación y todas las voluntades, en cuanto no hayan decisiones políticas serias y urgentes para que no haya más concentración de tierras en pocas manos o muchos misioneros sin tierra. Para eso, la lucha que venimos teniendo con el Movimiento Agrario desde 1994 es en el ámbito del MERCOSUR, el trabajo de la agricultura familiar y en eso tenemos realmente que decir que con la ardua tarea que tuvieron más de 900 organizaciones desde el ’94 hasta 2006 en Parque Norte donde elaboramos un documento y hoy podemos decir que gracias a la lucha de las organizaciones sociales contamos con la caracterización de lo que es la agricultura familiar. Aquel agricultor que está con su familia y está empleando mano de obra familiar. Hay que destacar la lucha de la organización social y el aceptar del Gobierno Nacional el apoyo que hoy se puede notar en partes del Gobierno provincial a todo lo que se viene dando de la agricultura familiar, pero eso no hubiera sido posible sin compañeros como Enrique Peczak, quien alcanzó su más alto deseo ser presidente del CIPAF, Centro de Investigación para la Agricultura Familiar, que pudo realmente darnos el honor de llegar a ese cargo que logró con su trabajo incansable en pos de la agricultura y las luchas sociales. No vamos a bajar los brazos en seguir insistiendo que desde el Gobierno Nacional y Provincial tienen que ver y valorar la importancia que significa dar participación a los actores sociales, en salud y educación; llamar a los actores sociales es fundamental para la construcción de La Misiones que Queremos.

Finalmente, no podemos olvidar la necesidad de una Reforma Agraria, a través de la cual se adjudique la tierra al productor y se lo acompañe en la producción, elaboración y comercialización de su producto.

Por su parte el Secretario General del Sindicato de Camioneros Sr. Adolfo Velázquez habló de “Los Trabajadores, el Modelo Productivo y la Justicia Social”.
En primer lugar podemos definir al trabajador como toda persona que ejecuta un ejercicio de sus habilidades, de manera retribuida y dentro de una organización, son los que diariamente crean y recrean la realidad con sus manos, con su esfuerzos y convicciones. En cuanto al modelo productivo nos referimos a la gestión de un sistema de producción que se apoya en varias patas a la vez y en el cual todas deben ser coherentes entre si (políticas de innovación y formación, estrategias organizativas, regulación del mercado de trabajo o negociación colectiva). La tercera pieza a considerar es la Justicia Social, como las condiciones necesarias para que se desarrolle una sociedad relativamente igualitaria en términos económicos, con igualdad de oportunidades, de bienestar, con igualdad social, con derechos laborales, distribución de la renta, etc.
Los misioneros además de crecimiento queremos desarrollo, entendido este como el deseo de un creciente bienestar. Para ello seguimos dispuestos a asumir desafíos y a aportar para concretarlos en el presente y en el futuro. Algunos de ellos son: la reconstrucción de los principios de de la Justicia Social que hagan participes a los ciudadanos del producto del crecimiento, a través de un trabajo que no sea en negro y que sea bien remunerado ya que eso hace a la dignidad de todos; permitir que el trabajador reconstruya su proyecto de vida saliendo de la precarización; dar valor agregado a la producción primaria para crear puestos de trabajo genuinos (favoreciendo la reinversión de lo obtenido por el crecimiento, negociando la creación de líneas de créditos promocionales y la vocación de una clase empresaria misionera); hacer que junto al trabajo se genere calidad de vida, a través del acceso a los servicios los que deben ser factibles de abonar por un salario justo.