viernes, 23 de enero de 2009

RELEXIONES SOBRE ALFABETIZACION - Novena Entrega

“Los tres centros funcionan en una casa de familia ubicada en Padre Serrano y Japón, de la Ciudad de Posadas.
El 1º centro funciona los días sábados de 9 a 11hs y miércoles de 18 a 20hs; el 2º, los días sábado de 14 a 16hs y jueves de 16 a 18hs; el 3º centro funciona los días sábados de 16 a 18hs y jueves de 18 a 20hs. Los horarios se adecuan a las necesidades, en ocasiones se modifican de acuerdo a lo que se vaya presentando con el transcurso de las clases.
El 1er centro está compuesto por cuatro personas en la que una no asiste al centro, sino que voy a la casa, porque es un hombre mayor de bajos recursos y vive en un barrio muy alejado del centro.
Trabajan con empeño y muchos manejan bien la escritura, pero existe dificultad en la lectura y es allí donde estamos trabajando con más ímpetu.
El 2do centro está compuesto por seis personas, en la que hay en ocasiones problemas con horarios porque a la mayoría de ellos les salen trabajos eventuales y deben faltar a la clase.
De todos modos convenimos en recuperar clases y aunque cuesta lo hacen cada uno como puede.
En este grupo, un alumno varón pone resistencia al estudio, ya que dice que a sus 45 años no puede aprender más, que ya pasó su tiempo.
A pesar de su desgano, trabajo su parte emocional y con sus demás compañeros lo apoyamos y alentamos. Es un grupo difícil pero se van viendo logros.
El 3er grupo consta de siete personas. Originalmente eran 4 y se le sumaron 3 más que quieren estudiar. Estas personas (mujeres) habían sido rechazadas cuando se las anotó porque ya estaban registradas en planes de años anteriores. Ellos cuentan que no han recibido clases nunca.
Viendo las ganas de superarse y de estudiar, las incorporé igualmente a mi grupo.
En este grupo hay muchas ganas, mucho respeto, una gran labor y son excelentes en sus tareas.
El avance es sorprendente. En este grupo también se está trabajando mucho, tanto en escritura como en lectura.
En los tres grupos al recibir sus elementos de estudios se dio una sensación de alegría y bienestar. Sienten que esa pertenencia aunque sea material, le enriquece sus vidas.
Existen dificultades, son personas muy diferentes, pero el trabajo es bueno y pongo en ello toda la atención e intención, a pesar de que algunos sean reacios.
El avance de cada uno de ellos me llena de satisfacción. Trabajar con gente adulta te da otra sensación tan diferente a la de los niños, pero que de verdad regocija y sorprende.”